AGILIDAD: ¿REALMENTE HA MUERTO🧟‍♂️ O ESTÁ SIMPLEMENTE EVOLUCIONANDO🚀?

Si alguna vez has asistido a un evento ágil (cursos, workshops, conferencias, etc.), seguro que has sentido esa chispa de inspiración, esa sensación de estar en el lugar correcto, rodeado de personas que comparten el mismo enfoque de trabajo dinámico, colaborativo y adaptativo. Pero de seguro habrás notado que esa chispa ha comenzado a apagarse en los últimos años.

Hoy en día, Agile parece estar atravesando una especie de crisis existencial. Los primeros posts de “Agile está muerto” comenzaron a circular hace aproximadamente dos años. Después de eso, fue una caída constante. Las redes sociales se llenan de testimonios amargos sobre transformaciones ágiles fallidas. Es triste, pero real. Lo que antes era un mindset lleno de energía y promesas de flexibilidad y productividad, ahora parece ser solo una sombra de lo que fue.

Y la pregunta que muchos nos hacemos es: ¿realmente ha muerto?

 

La decadencia de Agile: ¿Qué ha pasado?

Hace unos años, Agile era el líder en el mundo del desarrollo de software y la gestión de productos. Prometía un enfoque adaptable, colaborativo y, sobre todo, rápido. Pero, como una canción pop que suena hasta el cansancio, Agile ha comenzado a perder su brillo. En lugar de ser la solución fresca que una vez fue, se ha convertido en un conjunto de rituales, palabras de moda y certificaciones cuestionables.

Los cursos de agilidad ahora parecen más una obligación que una oportunidad para aprender. Incluso las “rock stars” de la comunidad ágil lamentan la pérdida del espíritu original de Agile. En resumen, parece que hemos caído en una espiral en la que Agile se ha convertido en un “checklist” vacío: una serie de actividades que las organizaciones realizan solo porque se supone que deben hacerlo, pero que no conducen realmente a resultados significativos.

 

¿Qué está fallando en el corazón de Agile?

Existen múltiples causas para la decadencia de Agile. Y aunque algunos puedan objetar, el problema no es el mindset en sí, sino cómo ha sido malinterpretado, sobreutilizado y desvirtuado con el tiempo. Aquí te dejo algunos puntos clave que, a mi parecer, pueden explicar la situación:

 

  1. 📜Certificaciones sin valor real: Antes, ser un Scrum Master o un Agile Coach significaba tener un conocimiento profundo y práctico de los principios ágiles. Hoy en día, cualquiera puede obtener una certificación en unos pocos días. Incluso ofrecen cursos donde te certifican al 3×1, lo que ha devaluado la competencia genuina y transformado las certificaciones en trofeos de participación.


Hace poco, un compañero me comentó que había tomado un curso intensivo de Agile Coach en solo dos días. Al final del curso, le dieron su certificado y ya se consideraba “Agile Coach”. Lo preocupante es que no tuvo oportunidad de aplicar nada en el mundo real, y lo peor es que al principio del curso lo único que le ofrecieron fue un conjunto de “pistas” para aprender Agile sin experiencia práctica. La sobreabundancia de estos cursos ha hecho que las certificaciones pierdan su peso y significado. 🏅

 

  1. 🧩Saturación de marcos de trabajo: Scrum, SAFe, LeSS, Nexus, el modelo Spotify… la lista continúa. Agile comenzó con un conjunto de valores y principios, pero ahora está tan sobrecargado de marcos de trabajo que se ha convertido en una búsqueda interminable de la “solución perfecta”, cuando lo que realmente importa es el valor que se entrega.
    Hace unos meses, llegué a un equipo que estaba atrapado en una discusión interminable tratando de decidir si aplicar Scrum, SAFe o LeSS. Al final, decidimos enfocarnos en lo que realmente necesitaban: encontrar la mejor forma de entregar valor de manera constante, sin ponerle un título a la práctica. A veces, menos es más. 🙇‍♂️

 

  1. 📚 Aprendizaje superficial: Muchas veces, la comunidad ágil ha puesto tanto énfasis en las habilidades “blandas” y el enfoque en las personas que ha dejado a muchos equipos mal preparados para entregar valor real.  El énfasis excesivo en las habilidades blandas sin un enfoque equilibrado en los aspectos prácticos de la agilidad deja a muchos equipos sin el conocimiento necesario para enfrentar los desafíos del día a día.

 

Un equipo con el que trabajé pasó varias semanas participando en talleres sobre comunicación efectiva y manejo de emociones. Aunque estas habilidades son cruciales, durante ese tiempo nunca se abordaron temas como la planificación ágil o la gestión del flujo de trabajo. Como resultado, el equipo se volvió excelente para expresarse y manejar conflictos, pero carecía de las herramientas necesarias para priorizar su trabajo y entregar valor de manera eficiente. Al final, se sintieron estancados porque no tenían una dirección clara sobre cómo organizar su trabajo y cumplir con las expectativas del negocio.

 

  1. 🚫Rigidez excesiva: En su afán por mantenerse “puros”, algunos miembros de la comunidad ágil han caído en la trampa de la rigidez excesiva, exigiendo que se sigan los marcos ágiles al pie de la letra sin considerar las necesidades del entorno específico de cada organización.

    En una organización, uno de los Scrum Masters insistió tanto en que se siguieran todas las reglas de Scrum al pie de la letra, que empezó a imponer que todos los equipos celebraran las mismas ceremonias en los mismos horarios, sin tomar en cuenta que las necesidades de los equipos eran muy diferentes. Esto causó frustración, ya que los equipos se sintieron más como si estuvieran siguiendo una receta en lugar de adaptarse a sus necesidades específicas. 🙅‍♂️

 

  1. 👗Moda: Las prácticas ágiles populares se volvieron solo una moda, conceptos  como “sprints”, “dailys” o “retrospectivas” a menudo se aplican de manera incorrecta, llevando a la confusión y la desconfianza en los beneficios reales de Agile.

    Recuerdo un equipo que realizaba su “daily” todos los días a las 9 a.m., como dicta la receta ágil. Sin embargo, rápidamente se convirtió en una rutina más, donde los miembros simplemente se reportaban sin sentido alguno, sin conexión real con los problemas o los objetivos del día. Solo se dedicaban a decir lo que habían hecho el día anterior y lo que planeaban hacer, sin darle valor al intercambio de ideas o a la resolución de problemas en conjunto. Al final, se convirtió en una obligación más que en una práctica útil para mejorar el flujo del trabajo, lo que causó frustración y la sensación de que los “dailys” no servían de nada. 🚫

 

  1. 💥Falta de alineación estratégica: Agile se ha centrado tanto en el proceso que muchas veces ha descuidado la alineación con la estrategia organizacional. Sin una alineación clara con la estrategia, los equipos ágiles pueden quedar atrapados en un ciclo de “actividad sin propósito”.

    Un equipo ágil con el que trabajé tenía un montón de tareas acumuladas, y a pesar de que cumplían con los plazos de entrega, nunca entendían el propósito detrás de lo que estaban haciendo. Al final, la falta de conexión con la visión y estrategia organizacional hizo que entregaran productos que no encajaban con las prioridades del negocio, y el trabajo realizado no tuvo el impacto que se esperaba. 🎯

¿Está realmente muerto Agile o está en transición?

La respuesta no es tan sencilla. Agile no está muerto, pero la forma en que lo conocemos podría estar en sus últimos días. Sin embargo, los valores fundamentales de colaboración, adaptabilidad y entrega de valor siguen siendo relevantes. Lo que ha cambiado es el contexto en el que se aplican estos principios. Ya no basta con seguir las reglas de Scrum o SAFe; las empresas ya no buscan el mismo tipo de agilidad que hace una década.

Hoy, necesitamos algo más que un marco: necesitamos una nueva mentalidad que aborde los desafíos actuales. Ahora, las empresas buscan la agilidad para ser capaces de innovar, adaptarse rápidamente a los cambios y ofrecer experiencias excepcionales a sus clientes.

 

¿Cuál es el camino hacia el futuro?

Aquí es donde tenemos una oportunidad. En lugar de seguir aferrándonos al término “Agile” como si fuera una bandera, podemos reinventar la agilidad para el mundo actual. Esto implica adoptar un enfoque más pragmático, que combine lo mejor de los marcos ágiles con prácticas tradicionales y nuevas tecnologías. ¿Cómo podemos reimaginarlo? Aquí algunas sugerencias:

 

  • 💡Nuevos Valores y Principios: Los valores que se establecieron hace 23 años son relevantes, pero deben ser reinterpretados para el contexto actual. Necesitamos un enfoque que combine liderazgo con gobernanza, que priorice la experiencia del cliente sobre el producto en sí y que adopte tecnologías modernas como la inteligencia artificial y el análisis de datos.

 

  • 🤖Tecnologías Modernas para Potenciar los Equipos: Las herramientas digitales y la inteligencia artificial pueden ser grandes aliados. Permiten tomar decisiones más inteligentes y dinámicas, lo que optimiza la capacidad de los equipos para responder a los cambios sin perder la agilidad.

 

  • ⚖️ Abrazar enfoques híbridos: No hay una única solución para todos. En lugar de aferrarnos a un solo marco, las organizaciones deben adoptar enfoques que combinen lo mejor de Agile con otras prácticas, como Lean o el diseño centrado en el ser humano. Cada organización es diferente, y la clave está en ser flexible y adaptarse a lo que realmente funciona, en lugar de seguir ciegamente un marco de trabajo.

 

La agilidad no está muerta, sólo ha evolucionado

El futuro nos muestra que la agilidad dejará de ser una etiqueta. Será algo tan natural que no necesitaremos llamarla por su nombre. Así como hoy no hablamos de “computación” cada vez que usamos un smartphone, pronto trabajaremos en equipos ágiles sin necesidad de ponerle un título.

El mañana será de equipos dinámicos, impulsados por tecnología, con un enfoque constante en la experiencia del cliente y en la innovación disruptiva. Y no solo reaccionarán ante el cambio, serán ellos quienes lo provoquen 🚀.

La agilidad, tal como la conocíamos, ya no funciona igual, pero la necesidad de ser ágiles es más fuerte que nunca. La agilidad no está muerta; está evolucionando. El verdadero desafío no es si Agile está obsoleto, sino cómo podemos mantenernos ágiles en un mundo que exige cada vez más flexibilidad, rapidez e innovación. Las empresas que logren adaptarse a estos tiempos, adoptando una mentalidad ágil sin aferrarse al término “Agile”, serán quienes lideren la próxima ola de innovación.

Por eso, no debemos preocuparnos si el término “Agile” pierde relevancia. Lo que importa es que los valores que lo sustentan están más vivos que nunca. La verdadera pregunta es: ¿estás listo para adaptarte a la agilidad del futuro?

 

“Aprender, adaptarse y crecer mientras avanzas: esa es la clave para prosperar en un mundo que no se detiene.”

— IG: @Soy.un.camaleón

 

REFERENCIAS

 

  • Appelo, J. (s.f.). The Agile Undead: A Synthesis. LinkedIn. Recuperado de https://www.linkedin.com/pulse/agile-undead-synthesis-jurgen-appelo-54wne/

 

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